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28 de diciembre de 2012
La subida del Producto Interior Bruto (PIB) entre julio y septiembre se produce después de que hubiera descendido un 0,1% entre abril y junio y tras haberse mantenido estable en los dos trimestres anteriores, precisó el INSEE en un comunicado.
El crecimiento de la economía francesa es una décima inferior a la avanzada por el INSEE en su anterior previsión, cuando la había situado en un 0,2%.
Tras haber caído un 0,2% en el trimestre anterior, el consumo interno retomó aire y subió un 0,2%, lo que compensó la caída del capital bruto, que decreció un 0,3% tras haber subido un 0,4% entre abril y junio.
En total, la demanda interna contribuyó con dos décimas al crecimiento del PIB, una más que en el segundo trimestre. El sector exterior invirtió la tendencia del segundo trimestre y contribuyó con tres décimas a la economía, tras haber sufrido una contracción del 0,4% en el trimestre anterior.
Las importaciones cayeron un 0,5% después de haber subido un 1,6%, mientras que las exportaciones progresaron un 0,6%, tres décimas porcentuales más que entre abril y junio.
El único punto negativo fueron las variaciones de los productos almacenados por las empresas, que contribuyeron negativamente a la actividad en un 0,4%, mientras que en el segundo trimestre había aportado un 0,2% al PIB.
Por otro lado, el INSEE indicó que el poder adquisitivo se estancó en el tercer trimestre, tras la subida del 0,3% registrada en el trimestre anterior.
La subida de la masa salarial (+0,5%) y el dinamismo de las prestaciones sociales (+0,9%) no compensaron el incremento de los impuestos (+3,8%) decidido por el Ejecutivo para equilibrar las finanzas públicas, señaló.